27 de diciembre de 2017

Diagrama - Constelación De Orion y Mitologia



Mitología de Orión

Orión era hijo de Poseidón, dios del Mar, y de Gea, la Madre Tierra. Tenía una belleza extraordinaria y creció tanto que llegó a convertirse en un auténtico gigante. Tan enorme era, que podía andar por el fondo de los mares profundos sin que jamás las aguas le cubrieran de hombros para arriba.
Después de muchas aventuras, Orión fue a la isla de Quíos, donde al poco tiempo se enamoró de Mérope, la hija del rey Enopión.
Tal era su amor hacia ella que la pidió en matrimonio.
Enopión consintió en ello, pero previamente exigió al gigante que demostrara su valor llevando a cabo una difícil misión.
Orión tendría que exterminar un gran número de animales dañinos que estaban causando enormes pérdidas en las cosechas de la isla. Una vez que hubo exterminado todas las alimañas, el monarca se negó a cumplir lo prometido.       
Orión intentó vengarse de Enopión, pero no pudo encontrarlo ya que éste se refugió en una cámara subterránea tan enrevesada, que era prácticamente inescrutable.
Entonces, Orión montó más aún en cólera y, enfurecido, le dió por matar con sus infalibles flechas y sin piedad alguna todos los animales que le iban saliendo al paso, ya fueran animales feroces o mansas e inocentes criaturas.
Tal era el número de bajas que había causado ya, que su madre Gea tuvo que intervenir pidiéndole, sin ningún éxito, que fuera benévolo y reflexivo.
Orión hizo caso omiso a las palabras de su madre y siguió en sus trece, a pesar de las repetidas advertencias de Gea.
Un día, cuando el soberbio gigante se encontraba reunido con sus amigos, envaneciéndose de que ni los tigres, ni las panteras, ni aún los leones o serpientes eran capaces de producirle espanto alguno, desbordó la paciencia de su madre, la cual le mandó un escorpión muy venenoso. Orión, al verlo, no pudo contener su irónica sonrisa ante la ridiculez de aquel insignificante adversario enviado por Gea.
El gigante se confió demasiado y el escorpión le picó en un pie con su potente aguijón venenoso. La terrible ponzoña se extendió por toda la sangre del cazador y éste cayó al suelo medio moribundo.
Cuando vio que la muerte era ya inminente, pidió auxilio e imploró venganza al todopoderoso Zeus, ya que la muerte que le acechaba era poco gloriosa para un personaje de su talante.
Le pidió al dios supremo que lo colocaran en los cielos con sus dos fieles perros de caza (Canis Mayor y Canis Menor) y una liebre (Lepus), para que los hombres, cuando miraran hacia arriba en las oscuras noches estrelladas, recordaran sus aventuras como cazador. También le pidió a Zeus el dominio de las tempestades, las tormentas, el hielo y los vientos, a fin de poderse vengar así de su madre la Tierra (Gea).
El dios fue condescendiente con Orión y atendió sus súplicas. La Tierra tembló, y desde entonces lo ha venido haciendo hasta nuestros días cada vez que ha visto aparecer a Orión sobre el firmamento, ya que éste siempre ha traído consigo el viento, el frío, las tempestades, los hielos, las nieves y las escarchas, que tan abundantes son en invierno sobre la Tierra, coincidiendo con la llegada de esta constelación.
También se encargó Zeus de situar el Escorpión (Scorpius) en el firmamento, pero tuvo cuidado de ponerlo lo más alejado posible del gigante para que nunca más volvieran a enfrentarse.
Así pues, cuando Orion desaparece de la bóveda celeste es cuando hace su aparición Scorpius. Mientras que Orión aparece durante el invierno, Scorpius lo hace en el verano.

Constelacion


Orión es la constelación con más estrellas brillantes.
Por eso destaca tanto en el cielo nocturno y es de las más conocidas. Tiene su origen en la mitología griega.
El cazador Orión murió por la picadura de un escorpión.
En el cielo representa su huída, de modo que Orión desaparece por el oeste justo antes de que Escorpio aparezca por el este.
Puede verse desde ambos hemisferios, aunque en el cielo boreal aparece orientado hacia arriba y en el cielo austral hacia abajo.
En el hemisferio norte es una de las constelaciones de invierno.
Sus estrellas están muy alejadas entre sí.
La más cercana está a 70 millones de años luz, y la más alejada a 2.300 millones. La más brillante es Rigel, que está a más de 900 años luz.
Es una joven supergigante 40.000 veces más brillante que nuestro Sol. En el hombro del cazador, Betelgeuse es una supergigante roja cercana al final de su vida.
Bajo las tres estrellas del Cinturón se observa a simple vista una débil mancha.
Es la Nebulosa de Orión, a 1.600 años luz. En ella está la Nebulosa oscura Cabeza de Caballo. Se cree que en esta región se están formando nuevas estrellas.
Sirius acompaña a Orión en el cielo nocturno. Pertenece a la constelación de Can Mayor, que representa al perro del cazador.
Pese a ser la estrella más brillante, es sólo un poco más grande que el sol.
Orión, el cazador, es sin duda la constelación más famosa de la estación.
Ninguna otra constelación se distingue tan facilmente o es tan bruillante como esta constelación del invierno norteño.
El famoso cinturón de Orión hace que a los cazadores les sea fácil cazar bajo el cielo nocturno.
Orión se parece mucho a una persona. primero, debes tratar de ver el cinturón de Orión, el cual está formado por tres estrella brillantes que están en línea recta.
Una de las piernas de Orión está representada por una estrella muy brillante llamada, Rigel, que es una de las estrellas más brillantes del cielo nocturno.
Sus dos hombros los forman dos estrellas, Bellatrix y Betelgeuse.
Betelgeuse es tan luminosa que puedes ver su color rojizo sin necesidad de ver a través de un telescopio. Otras dos estrellas forman los dos brazos, uno de los cuales sostiene un escudo y otro sostiene una vara.
Muchas civilizaciones diferentes vieron esta constelación en el cielo. La historia más famosa proviene de los mitos Romanos y Griegos. Orión era un famoso cazador, y una de las historias relata que no había criatura que pudiera matarlo. Fue entonces cuando Hera envió a un escorpión para que picara al cazador.
Orión estripó al animal con su vara, pero no sin antes haber sido picado y envenenado fatalmente.
Actualmente los dos se encuentran en posiciones opuestas en el cielo. No pueden verse al mismo tiempo.
Hay varios racimos y nébulas que pueden verse en esta maravillosa constelación. NGC 2169 es un racimo abierto que se encuentra en la mitad del brazo desde Betelgeuse. Junto a este se encuentra NGC 2194, un racimo que contiene, aproximadamente, 100 estrellas.
La famosa nébula de Orión se encuentra en la espada de orión, la cual está suspendida del cinturón. Es tan brillante que el bulto puede verse a simple vista. Esta constelación se ve realmente espectacular a través de binoculares o un telescopio. Otra nébula, es la nébula cabeza de caballo, y se encuentra a la derecha inferior del cinturón. Desafortunadamente, es muy oscura para poderla ver, a menos que sea a través de una fotografía de exposición prolongada.






estrella y luna

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