6 de diciembre de 2017

Los Mandalas en el Mundo -


Los Mandalas son utilizados desde tiempos remotos. 
Tienen su origen ancestral en la India pero pronto se propagaron en las Culturas Orientales, en los Indígenas de América y en los Aborígenes de Australia. 
La mayoría de las culturas poseen configuraciones mandálicas, frecuentemente con intención espiritual: la “mandorla” (almendra) del arte cristiano medieval; ciertos "laberintos" en el pavimento de las iglesias góticas, los rosetones de vitral de las mismas iglesias góticas. 

Es muy probable que esta universalidad de las figuras mandálicas se deba al hecho de que las formas concéntricas sugieren una idea de perfección, de equidistancia con respecto a un centro, y de que el perímetro del círculo evoque el eterno retorno de los ciclos de la naturaleza.

Los Mandalas en el Mundo

Para el Tantrismo Tibetano, Mandala quiere decir khil-khor, que literalmente significa "el centro y los alrededores". 
Existen varios tipos de Mandalas empleados para diferentes propósitos. 
Por un lado, están los Mandalas elaborados o visualizados "como una tierra pura de Buda", los cuales se ofrecen a los seres iluminados y/o a los maestros espirituales con la intención de acumular méritos. 
Otro tipo de Mandalas son los que se utilizan durante una iniciación tántrica, en donde el mandala representa la residencia del Buda relacionado con dicha iniciación y el maestro introduce al discípulo en el significado del mandala como parte del ritual. 
En este contexto los mandalas que se utilizan para la ceremonia pueden ser pintados en tela, creados con arena de colores o bien, simplemente visualizados. 
Los Mandalas de arena, a su vez, pueden elaborarse a petición de la comunidad con la intención de pacificar desastres naturales, traer paz y armonía a un lugar determinado y a sus habitantes, como una bendición durante un retiro de meditación, o para consagrar medicinas en el caso de un Mandala relacionado con el Buda de la medicina. 
En la Civilización China aún en la actualidad, son utilizados para generar abundancia y prosperidad así como para fortalecer la salud.
En la Cultura Egipcia, los mandalas eran utilizados llenando de energía el lugar debido a la fuerza que transmitían, y como instrumento de meditación profunda. 
También se usaban dentro de las casas para armonizar y transmutar la energía negativa en positiva.

En Tribus Indígenas Americanas se hacen presentes en coloridos bordados adornados con plumas y animales nativos. 
En algunas tradiciones se empleaban como protección contra los malos espíritus y como una especie de amuleto para promover la valentía y el coraje.

Los Nativos Navajo celebraban ceremonias elaboradas, las cuales incluían oraciones y pinturas de arena representando diversos Mandalas
Estos no eran permanentes, invocaban a los seres sagrados a la vez que servían como altares provisionales. Se dibujaban dentro de los hogares beneficiando, con cada Mandala, no solo a los habitantes de esa casa, sino también a todos los miembros de la tribu.

Los Dogon de Mali poseen una metafórica relación entre el lenguaje y los símbolos, sus complejos mandalas hablan del "huevo de amma" como el vientre que alberga los signos del mundo, de ahí que el mandala más representativo de esta maravillosa cultura tiene forma ovoide, trazado por una cruz en su interior, la misma divide al mandala en cuatro partes distintas que representan a su vez lo cuatro elementos y los cuatro puntos cardinales.

Los Dogon llaman "bummo" (huellas) a todos los elementos presentes en sus mandalas. 
Para esta cultura, meditar y trabajar la propia evolución sobre la base de sus Mandalas, es un elemento esencial para llegar a comprender su lugar en este mundo así como para identificarse con el cosmos y con el infinito.
La Cábala, ciencia sagrada que obedece a las leyes más simples de la naturaleza, posee dos principios que la sostienen: las letras del alfabeto hebreo y los "sefirot"
Los sefirot están formados por diez esferas, en las cuales la luz divina es recibida y se manifiesta a través de ellas.
Las diez etapas sucesivas de la luz, dan al hombre la posibilidad de comprender el infinito.
Las 22 letras hebreas pasan por los 10 sefirot del árbol de la vida, formando así el mandala. 
Cada sefirot representa distintos planos de la conciencia por los cuales es necesario transitar para evolucionar y encontrar así, la esencia del ser en una unión con lo absoluto. 
Las runas de las tradiciones nórdicas, son contenedoras de diversos símbolos que representan la búsqueda de la armonía en relación con lo interno y lo externo.
Representan energías sagradas que hacen referencia a los distintos planos de la conciencia.

Cada tipo de mandala enseña una lección distinta. 
Cada figura que integra un mandala posee varios propósitos: como objeto de adoración a una determinada deidad, como adornos de templos y lugares sagrados, como foco de visualización y meditación, o bien como expresión plástica y artística del camino recorrido hacia el progreso y la evolución espiritual.
Mandala es sinónimo de espacio sagrado. 
Pareciera ser que existe mas allá de una cultura en particular, incluso al margen de ésta, hallamos mandalas en el mundo natural, y más allá de nuestro planeta tierra nos encontramos con el espacio y sus maravillosas formas cósmicas.

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