El hombre de Libra -como todos los nativos de signos de Aire- carece de un instrumento para relacionarse con la realidad en forma directa.
Por esta razón es necesario que se "cree" uno el mismo.
Es necesario que haya algo que lo relacione con ese mundo.
Y este instrumento de penetración mental de la realidad resulta ser ni mas ni menos aquello que denominamos "concepto", es decir, una captación mental del conjunto.
Mediante los conceptos los librianos crean, por así decirlo, el terreno del mundo de la realidad material.
Por la fuente del pensamiento organizador el hombre de Libra se abre un camino a través de la maleza de lo material.
De esta forma se convierte en algo así como un pionero cuyo instrumento de trabajo es el pensamiento organizado, el concepto constreñido en la palabra.
La creación de esta palabra y su configuracion en sistema de concepciones concatenedas en forma de lenguaje es el instrumental del hombre de Libra.
El problema de este nativo es que siente la necesidad de tener que completar sus tareas antes de haberlas concebido totalmente.
La obsesión de decidir es para el hombre de Libra la fuente principal de todos sus males.
Reflexionar largamente y hacer luego mal las cosas o dejar la decisión para los demás es propia de Libra.
Esta incapacidad para tomar decisiones e irresolucion para penetrar en el rudo mundo de la realidad tienen un fundamento muy profundo, que llega a la raíz de aquello que hemos de considerar como el verdadero carácter libriano.
Fuentes Consultadas
Manual del Astrólogo
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