12 de noviembre de 2017

Las Heridas Del Aura -


Muchas veces, sin darnos cuenta, mal gastamos nuestra energía, abusamos de ella o, de lo contrario, no la
aplicamos en su justa medida, desaprovechándola y creando núcleos de desequilibrio. 

Podemos, también, despertarla sin aprovecharla, a que provoca que nuestro Árbol no crezca o, lo que es peor, crezca defectuosamente. 
Tenemos menos resistencia a las cosas que pueden hacernos daño y contamos con menos reserva de energía para manifestarnos a nosotros mismos qué necesitamos y deseamos. 
No reconocer las carencias conduce a vivir repitiendo errores, sin crecer ni madurar, sin abrirnos a los cambios. 
Aunque no lo parezca, todo esto proviene de un mal uso de nuestra energía.
Es en esos momentos que estamos librados a las circunstancias y debemos enfrentarnos a situaciones muy alejadas del ideal. 
De modo que hemos consentido que nuestras energías se escaparan de nuestro campo
energético y creado “heridas” áuricas. 
Se trata de “pinchaduras” y grietas en nuestro campo de energía que operan como válvulas de escape por donde se produce una fuga realmente perjudicial para nuestro cuerpo.
Otra secuela es que la energía no consigue acumularse rápidamente ni con la suficiente fuerza para recuperar el equilibrio y el bienestar en todos los niveles de nuestra vida.
Ciertas actitudes y hábitos conducen a la formación de heridas áuricas. 
Si desea mantener el equilibrio con el todo, procure evitarlos. 

Ellos son:

Las drogas
El alcohol
Los sufrimientos mentales y emocionales
Las meditaciones imprudentes.
El estrés
El tabaco




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