16 de noviembre de 2017

Las Agujas de La Luna



Astrología Arabe y Astro-Acupuntura China

Llevo unos años dándole vueltas a la relación de la astrología con la orientación geo-espacial, bien sea la orientación del lugar en que se coloca una persona al entrar en un recinto, bien a la orientación ideal de la vivienda o bien la orientación geográfica de la ciudad o el país que más le conviene.
En fin, del equilibrio entre el lugar que ocupamos y la posición de los planetas en ía tradicional.

Astrología Arabe y China




A fuerza de repetir ejercicios astrológicos y de comprobar muchas veces la enorme importancia de la posición de la Luna, he procurado estudiar con detenimiento la astrología lunar e intentar sacarle provecho y sentido a la astrología más ancestral –nacida de la observación diaria del movimiento de la Luna- y que compartimos con todas las culturas, y y particularmente las coincidencias de nuestra astrología “occidental”: la que proveniente de Grecia nos transmitieron los árabes, y la considerada rarísima astrología china

Los 28 signos de la Luna, las Moradas Lunares.

Imaginemos que, en lugar de dividir el círculo en 12 porciones, que son los 12 meses que emplea el sol en atravesar todo el zodíaco, los doce signos zodiacales, lo dividimos en 28 partes, que son los días que tarda la Luna en dar toda la vuelta al zodíaco.


Y, ¿dónde ponemos los lindes, las fronteras, lo que los astrólogos llamamos cúspides para separar estas 28 porciones?

Pues, para empezar a marear, estas 28 porciones no son iguales, porque –al contrario de la velocidad de la tierra alrededor del Sol-, la velocidad de la Luna a nuestro alrededor no es uniforme.

Las divisiones se hacen partiendo de determinados grupitos de estrellas o asterismos fácilmente identificables por los que la Luna transita, que han venido a llamarse “Mansiones de la Luna”, 
como unos palacetes en el “campo de estrellas” que la Luna va visitando cada día del mes.

Las divisiones se hacen partiendo de determinados grupitos de estrellas o asterismos.
Así que, para entender la astrología lunar, nos conviene empezar a colocar el cerebro en sideral, a visualizar una cúpula tachonada de estrellas, como un paraguas abierto sobre nuestras cabezas


Acostumbrémonos también a pensar que la Luna no hace su caminito por la eclíptica, sino que tiene unas desviaciones considerables a norte y sur de la banda zodiacal; cosa que le permite tener contacto “corporal” con más estrellas que el Sol o el resto de los planetas.


Muchos grandes maestros astrólogos, para simplificar, han preferido considerar las Moradas Lunares iguales entre sí y han dividido el zodiaco en 28 porciones iguales procurando que las estrellas que, desde la tradición se consideraban situadas ya en la cúspide o ya en el centro de cada Morada (tradicional), queden incluidas dentro de la misma Morada (en el sistema simplificado).

Hay poca literatura acerca de las Moradas Lunares, gracias a la escuela de traductores Toledo de Alfonso X sabemos que el paso de la Luna por cada una de ellas se aprovechaba para la confección de talismanes mágicos o para operaciones alquímicas.

Asimismo hay toda una serie de aforismos que indican si el día en el que la Luna se encuentra en tal o cual Morada es bueno para sembrar, podar, segar, recolectar, cortar la leña, repartir beneficios, huir, pedir favores a los superiores, regresar a casa, emprender un viaje, solicitar en amores, acudir al médico, celebrar un matrimonio, etcétera, cosa que algunos astrólogos tienen en consideración cuando hacen astrología eleccional.

También se pueden encontrar algunos aforismos acerca del destino o personalidad del nativo según la Morada en la que se hallaba la Luna en su nacimiento.
Parece que también se tomaban en cuenta para hacer predicciones meteorológicas.

Además de todo lo dicho y gracias a un médico acupuntor, don Joaquín Simón, aprendí algo que los astro-acupuntores chinos saben y utilizan y que, desde hace años, también aplican muchos acupuntores españoles.
Por tanto, lo que os voy a contar ahora no es ninguna novedad, al menos no lo es para los médicos, pero sí para muchos astrólogos.



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