24 de septiembre de 2017

Aro (Arum Italicum) - Plantas Medicinales -


El aro es una planta perenne que forma un tubérculo
subterráneo, del que arrancan varias hojas y, cuando está en su época, la flor.
Estas vistosas hojas envuelven el bohordo floral
rematado por una espata en forma de cuerno, que protege la propia inflorescencia, que en este caso se llama espádice; en la base del espádice aparecen las flores con pistilo y arriba las flores con estambre.
Esta inflorescencia despide un nauseabundo olor para los humanos, pero en cambio atrae a los insectos polinizadores.
Se cría en sotos y ribazos de casi toda la península
y las islas Baleares.
Florece con la llegada de la primavera y hacia finales de junio ya suele tener todos los frutos maduros.
Para uso medicinal se recolecta el rizoma: una vez recogido de la tierra, se debe lavar a fondo, se pela y se corta por la mitad en sentido longitudinal, para luego dejarlo secar sobre cañizos o colgado con cuerdas.
La mejor época de cosecha del rizoma es en marzo, ya que es sobre este mes cuando más concentración en principios activos posee.
Nos encontramos ante una planta venenosa, aunque este poder tóxico desaparece con el calor.
En cualquier caso, conviene tener precaución a la hora de consumirlo.
Los rizomas son ricos en fécula, ya que pueden contener hasta el 70%.
La toxicidad se atribuye a una sustancia que se descompone y desaparece con facilidad por acción del calor o por la desecación.
Una vez que se destruye este compuesto - siempre hemos de asegurarnos antes- estos tubérculos son perfectamente comestibles.
En las hojas y en los tubérculos también se encuentra una saponina de tipo glucosídica.
El tubérculo de aro se utilizó popularmente como expectorante y, en general, para combatir los catarros bronquiales.
También se usó durante largo tiempo como purgante.
Asimismo se le atribuyeron virtudes terapéuticas prodigiosas contra los callos, panadizos y verrugas, pero en la actualidad el uso por vía interna está totalmente desaconsejado.
Por vía externa sí parece tener alguna utilidad: se dice que las quemaduras sanan rápidamente aplicando sobre ellas las hojas frescas del aro.
De la misma forma, existe en la bibliografía alguna preparación en forma de ungüento y pomada para curar sabañones o para activar la curación de úlceras rebeldes.
En caso de intoxicación por el consumo accidental de esta planta, se aconseja vaciar el estómago e intestino y dar a beber aceite, además de administrarlo también en forma de lavativa.
Posteriormente se debe administrar leche, té, o café y mantener al intoxicado en un ambiente caliente.
Se le puede administrar carbón animal.

- Cataplasma. Se coge un pedazo de rizoma y se machaca en mortero; una vez reducido a pasta, se extiende sobre la parte afectada del callo, verruga o panadizo.
Se tapa con una venda y se renueva la aplicación 2 veces al día.
No hay que olvidar que esta planta no se debe administrar nunca por vía interna.
En cualquier caso, es mejor que su uso esté supervisado por el médico.

Tóxico. Purgante. Expectorante





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