18 de agosto de 2017

Ocho de Agua - Elemento Agua - Cartas Secundarias -



Simbologia

Ocho son las patas del pulpo, y octava es la casa astrológica que le pertenece a Escorpio, cuyos regentes, Marte y Plutón, actuarían como detonantes de bélico poder. 
En numerologia, el cuatro es la estabilidad, el equilibrio, nos simbolizan los cuatro puntos cardinales, las cuatro estaciones del año, los cuatro jinetes del Apocalipsis, los cuatro Evangelios. 
El ocho, por ser un numero de ambición (al duplicar el cuatro), cae en lo desmedido cuando es mal utilizado. Puede convertirse en este maligno que al igual que la araña teje la red para sus victimas, futuras presas, no dudaran un solo instante en atrapar, cercenar la libertad e integridad. Indudablemente, esta carta es peligrosa.

Significados

Derecho

Desfase por excesiva ambición, característica que puede convertirse en longeva por los moviles ya explicados.
Por lo mismo, peligrosa actitud para enfrentarse con la realidad de la vida, olvidandose que el tiempo pasa y que no somos eternos (por lo menos en lo referente a nuestro cuerpo).
Y que si no volvemos a reencarnar, todo lo que hagamos equivocadamente, por una ley de causa y efecto, tendremos que repararlo.
Por tanto, no seamos nómadas de nosotros mismos, nos engañaremos en el amor, ni abandonemos un éxito por acaparar otro.
Pues casi inmediatamente el efecto bumeran se volverá contra nosotros sin tener que esperar demasiado.

Revés

Posibilidad de reflexion, de prever las cosas, abandonar lo mundano y lo mezquino para un verdadero gozo espiritual, de lo contrario de victimarios pasaremos a ser victimas de nuestras propias acciones.
Un barco atrapado por un enorme pulpo, ¿parece fruto de una imaginacion excesiva, o un relato de Julio Verne?.
Tal vez, como otras tantas cosas que el escribió, sea posible, real...

Denys de Montfort describe de esta forma esta espeluznante experiencia:

"Habiendo finalizado el embarque de su carga de esclavos, marfil y polvo de oro, elevaban anclas cuando les sorprendió la aparición de un gigantezco calamar que lanzo sus brazos hacia dos de los mástiles.
Enlazando los tentaculos en los topes de los masteleros, el peso del calamar inclino peligrosamente la embarcación.
Con ayuda de cuantos objetos cortantes lograron encontrar, los tripulantes intentaron cercenarle los miembros al moustro.
Desesperados por la aparente inutilidad de sus esfuerzos, invocaron a su patrón Santo Tomas.
Las plegarias sinceras actuaron de acicate para los horrorizados marinos, los cuales finalmente consiguieron su objetivo.
Dejando tras de si parte de sus tentaculos, el moustro desapareció bajo el agua y el buque recupero el equilibrio.
De vuelta a la patria, todos los tripulantes se dirigieron en procesión a la capilla de Santo Tomas, donde cantaron el Te Deum y después ofrendaron un ex voto, que fue un cuadro donde se representaba el encuentro con el calamar, lienzo que se colgó en la capilla."

Moustros y Bestias Míticas
Ed.Noguer,S.A


Fuentes Consultadas
Alfaomega.es

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