9 de abril de 2017

Imamiah - Genio Cincuenta y Dos De La Cabala -



Atributo: Dios por encima de todo.

Se lo invoca para:
Abandonar vicios y malas compañías.
Tener protección en los viajes.
Liberarnos de nuestras propias obsesiones.
Influenciar las ganancias monetarias provenientes del trabajo honesto.

Plergaria del Genio Numero Cincuenta y Dos De La Cabala - Imamiah -


Imamiah : Dios Elevado por Encima de Todas las Cosas.
Loaré al Eterno a causa de su justicia. Cantaré el nombre del Eterno, del Alto.
Imamiah : Señor, haz que mis enemigos comprendan
q“A través de mí las almas
se reintegran a su virginidad;
Yo soy aquel que acoge a los que llegan,
cansados de su humano peregrinaje,
llamando a la puerta del Eterno.
Son almas que piden ropas, piden alimentos,
porque ya no encuentran gusto a los manjares
que llenan sus alforjas,
y en mi encuentran una nueva materialidad.
Yo soy, peregrino, la puerta estrecha;
soy el ojo de la aguja que sólo aquellos que lo abandonan todo
consiguen atravesar.
Si logras pasar por esa puerta,
te verás a salvo de todo peligro
y nada podrán contra ti tus perseguidores.
Por lejos que estés de mis dominios,
basta con que sientas mi nostalgia
para que Yo ponga a tu disposición
el vehículo que ha de propiciar tu regreso.
Desde la Eternidad te tiendo la mano
para conducirte a las filas
del Pueblo Elegido”.ue ya no formo parte de su mundo; diles que me he quemado con tu Fuego
y que ya no puedo cumplir las promesas que mi personalidad material
contrajera un día.
Libérame, Señor, de las responsabilidades de mi pasado profano
y ayúdame a retornar a la celestial morada,
para volver al mundo cargado con tus pesas y medidas
y construir en él tu Edén.
Quiero ser el operario consciente de la construcción de Tu mundo,
el edificador iluminado de tu Santuario”.

Exhorto del Genio Numero Cincuenta y Dos  De la Cabala - Imamiah -

“A través de mí las almas
se reintegran a su virginidad;
Yo soy aquel que acoge a los que llegan,
cansados de su humano peregrinaje,
llamando a la puerta del Eterno.
Son almas que piden ropas, piden alimentos,
porque ya no encuentran gusto a los manjares
que llenan sus alforjas,
y en mi encuentran una nueva materialidad.
Yo soy, peregrino, la puerta estrecha;
soy el ojo de la aguja que sólo aquellos que lo abandonan todo
consiguen atravesar.
Si logras pasar por esa puerta,
te verás a salvo de todo peligro
y nada podrán contra ti tus perseguidores.
Por lejos que estés de mis dominios,
basta con que sientas mi nostalgia
para que Yo ponga a tu disposición
el vehículo que ha de propiciar tu regreso.
Desde la Eternidad te tiendo la mano
para conducirte a las filas
del Pueblo Elegido”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por tu Comentario