22 de noviembre de 2014

Cardencha (Dipsacus Fullonum) - Plantas Medicinales -


La Cardencha es una planta herbácea perteneciente a la familia de las dipsacáceas, pequeña
familia que comprende no más de 150 especies que en su mayor parte habitan en los países mediterráneos.

Es una planta bienal, con una raíz a manera de nabo, que se hinca verticalmente en el suelo y de la que arrancan fuertes ramas laterales.

El tallo puede llegar a medir hasta dos metros y llama la atención lo recio y recto que es.

Las hojas son grandes y rugosas, tienen cabezuelas terminales y grandes flores rojas o sonrosadas.

El nombre de "cardo de cardadores" se debe a que hasta no hace mucho tiempo las cabezuelas
del cardo se utilizaban para cardar la lana.

Se cría en lugares incultos, a condición de que estos sean algo húmedos.

Florece en verano.

Existe una variedad cultivada, que se distingue por las púas de las cabezuelas ganchudas en lo alto; ésta se sigue cultivando hoy día en algunas zonas de Cataluña, porque para ciertos trabajos hay quien prefiere la carda natural a las metálicas.

La parte que interesa con fines medicinales es la raíz, que debe recogerse para -una vez lavada y cortada en rodajas- ponerla a secar a la sombra o en secadero, a temperaturas no muy altas.

Conviene tener cuidado con los pequeños aguijones del tallo cuando se proceda a la recolección, pues se introducen en la piel casi inadvertidamente y luego puede haber problemas.

La composición de la raíz de cardencha no se conoce por el momento.

Existen algunos estudios sobre su composición, pero no suelen ser fiables.

En cuanto a las propiedades que se le atribuyen, las más características son las que mencionamos
al comienzo de la ficha, esto es, las que la hacen actuar como diurético, sudorífico y aperitivo.

Existe una peculiaridad en este cardo que merece la pena comentar: en el interior de la cabezuela se encuentran unos gusanos blancos que -según los entendidos- son parásitos pertenecientes al grupo de los nematodos; desde hace más o menos un siglo, se sabe que estos modestos bichitos, si se colocan
espachurrados sobre los dientes doloridos, calman inmediatamente el dolor.

Se dice que su efecto no es muy prolongado, pero que una nueva aplicación procura el mismo alivio.

El único "problema" para beneficiarse de este efecto es que hay que tener mucho estómago -o sufrir mucho dolor- para meterse en la boca unos repugnantes bichos, previamente machacados además.

- Decocción. En medio litro de agua se hierven 10 g. de raíz.
Esta preparación se puede beber durante todo el día en pequeñas tazas, espaciando cada toma durante al menos media hora.
Otra forma de preparar la decocción es hirviendo la misma cantidad en dos litros de agua; cuando queda un litro aproximadamente, se filtra, se edulcora con miel y se guarda en una botella.
Se puede beber en ayunas todas las mañanas y el tratamiento, para que sea eficaz, debe prolongarse varios meses.

Diurético. Aperitivo. Sudorífico


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