2 de octubre de 2013

Oraculo Ge - El Corazon Dividido - Numero Treinta y Seis

"Un Corazón Dividido por un Signo de Interrogación"

Influencia: Negativa.

Esta carta representa la soledad física o moral, cierta tristeza.

Anuncia también que usted está buscando un compañero del alma pues la soledad le pesa.
Incluso estando casado puede simbolizar una soledad moral, sobre todo si va acompañado de la Carta Numero Catorce  El Pensamiento.

Las cartas vecinas concretarán en que sentido.
Puede anunciar un simple golpe de melancolía si la carta esta bien rodeada.

En la vida espiritual o mística, el corazón dividido es el signo que, más que nunca, usted se interroga a mismo y la pertinencia de su búsqueda.

Es también el símbolo certero de un corte, de una separación entre su cuerpo y su espíritu.

No hay necesidad de lacerar desmesuradamente su cuerpo para averiguar la verdad, o al menos uno de sus aspectos.

La crisis que usted atraviesa es ciertamente saludable, porque va permitirle relativizar y retroceder.

La duda es un buen elemento de progreso, y la debe de tomar como tal, en lugar de atormentarse y cuestionarse los fundamentos de su propia vida.

Es posible respetar las exigencias de su cuerpo y de su espíritu. ¡Acabará por darse cuenta de eso!

En lo Afectivo: Anuncia soledad en general; puede ser psíquica pero también moral.
Indica un cierto dolor de vivir que debería ser temporal.
Soporta mal vivir solo/a ya que no concibe su vida sentimental más que en pareja.

En lo Profesional: Indica una tristeza, un malestar en su trabajo.
Puede ser debido al ambiente o a un empleo no enriquecedor y aburrido que no le aporta satisfaccion personal. Indica a menudo un trabajo estancado, sin cambios importantes.

En la Salud: Indica una pequeña tendencia a la depresión y a la tristeza, carece de un apoyo moral y rapidamente se desanima cuando un obstáculo se le presenta; ¡calmese!

En la Personalidad: Indica un carácter solitario que desea estar, y se encuentra regularmente solo por necesidad de independencia, con el fin de encontrarse frente a sí mismo.
Alguien que a menudo se pone a discutir.