7 de agosto de 2013

La Doctrina de La Reencarnacion En Umbanda y Kimbanda



Según los partidarios de esta disciplina el alma está convocada a la emancipación, no así el cuerpo, del cual hay que deshacerse en continuas reencarnaciones hasta alcanzar la liberación espiritual, que es el despojamiento de toda forma carna, y no de una creencia imaginaria: que el cuerpo es como una prisión para el alma.

El argumento de la reencarnación, se muestra muy discutido a causa de la profunda discrepancia dogmática.

Esta está fundada en la perdurable e ineludible Ley del Karma o Causa y Efecto, la eventualidad de tomar posesión de otro cuerpo posteriormente a la muerte, da al hombre la ocasión maravillosa de poner en práctica todas las instrucciones que a lo largo de las diferentes vidas va asimilando (el mejor camino es el Evangelio de nuestro Maestro Jesús) y de poner fin por medio de la corrección de los errores cometidos en la vida anterior, para poder merecer después la liberación incondicional del obstáculo que nos aporta el cuerpo físico, poniéndonos en contacto con el conocimiento que permite el dominio del espíritu sobre la materia.

Varias religiones ha escogido inducir en los creyentes el pavor de la existencia del infierno y del castigo eterno, antes que adjudicar al hombre la comprensión, indefectible para poder optar y ser una persona emancipada, desligándose del sometimiento ciego y de ser unos infelices títeres, que según estos, solo podrán ir al infierno o al Paraíso, sin ninguna posibilidad de corregir sus errores.

La reencarnación, es una valiosa prerrogativa que certifica la Misericordia del Padre.

Muchas almas, se aferran a la Tierra con la esperanza de poder renacer en nuestro planeta, para seguir su evolución.

Sólo atravesando muchas existencias podemos madurar y fructificar en la construcción de los valores del alma, siendo así entonces que la raza humana pueda mejorar en conjunto.

Cada uno de nosotros tiene un sitio en el Gran Corazón de Zambí, siendo esa la señal que emana de la Fuente Divina y que nos llama constantemente a la redención.

Acordemos que lo que la Ley del Karmas nos muestra, es sobre como resolver nuestros errores por medio de nuestra propia cuenta, teniendo a nuestro favor el libre albedrio, poder de razonamiento y capacidad de reconocer entre lo correcto y lo incorrecto, y que nada queda al azar, que como comúnmente se dice no son culpas a pagar, sino lecciones a aprender.

Lo importante es saber que no existen las soluciones mágicas, pero que mediante un trabajo responsable, las personas podemos modificar dicho destino, aceptando cada situación en nuestra vida como consecuencia de una causa fomentada por nuestras equivocaciones, aprendiendo de dicho error pues es la única forma de asimilar las lecciones de la vida y seguí en el proceso evolutivo que nos llevara entre tantas reencarnaciones a que todas nuestras trabas desaparecerán y que al final nos liberemos por nosotros mismo del ciclo reencarnativo, pasando a planos de existencias superiores.

Para nosotros particularmente los miembros del Centro de Umbanda Fevsiha, el espíritu cuando es creado, es creado virgen e ignorante, pero con el poder dentro de sí de crear su destino por medio del libre albedrio.

Es la dádiva que Zambí nos ha otorgado, para nuestro pasaje aquí en la Tierra, en las diversas reencarnaciones, planeta considerado de aprendizaje en una etapa inicial pues según nuestros Guías Espirituales, la Tierra es un planeta muy joven dentro del Universo.

Es dice, que hay ciertos espíritus que no son oriundos del planeta Tierra, sino que vienen de otro orbe planetario superior al nuestro, esos espíritus que al no estar en vibración con la evolución espiritual de su planeta, cuando muere son enviados a la Tierra para seguir aprendiendo, pues ya no se ajustan a la vibración espiritual de su mundo de origen y por lo tanto por Ley de Afinidad no pueden coexistir con los espíritus de dicho planeta.

Esto pasara en todos los orbe planetarios, pues igualmente será aquí en la Tierra con respecto a las personas que no se adapten a la nueva era y al deseencarnar serán arrastradas sus almas a renacer en otro planeta de evolución inferior para seguir su peregrinaje de aprendizaje hasta lograr la superación de todos los malos hábitos, por medio de la purificación a través de las experiencias de vida en las diversas reencarnaciones.

Entonces las reencarnaciones son oportunidades de seguir evolucionando, atraves de las diversas experiencias, como así la cosecha de nuestra siembra la cual hemos generado con el entorno y sus habitantes.

Como en este mundo todo está unido y entrelazado es fácil concluir que las personas que conocemos a lo largo de nuestra vida, el lugar que habitamos y todas las experiencias y situaciones de nuestra actual existencia, no es casualidad sino causalidad, ya que las Leyes de la Naturaleza nos ponen afín con nuestra propia cosecha; por lo tanto debemos ser muy cuidadosos en no seguir acarreando mas deuda, sino todo lo contrario, debemos superar en forma ecuánime cada una de estas situaciones.

En una sesión de caridad le hemos preguntado a un Guía Espiritual que son las Leyes de la Naturaleza? y este nos respondió que son “instrucciones” que Zambí a puesto para todos los seres vivos, que están para orientarnos en nuestro peregrinaje por el universo y que a medida que las entendamos y vivamos en armonía y equilibrio con ellas su efecto será el que nos eleve a planos espirituales más elevados, donde su emanación no será la misma que en los planos inferiores.

Igualmente le preguntamos si en los planos superiores ya no existían estas leyes, la cual nos respondió que existe, pues fueron creadas por Zambí, por lo tanto son eternas, pero que los efectos son totalmente diferente, pues en los planos superiores el espíritu que habita esta en armonía con ellas, su elevación espiritual es superior y su capacidad mental también, por lo tanto estas leyes ya no los manejan, sino que son ellos quien las maniobran a su antojo, manipulándolas siempre para el progreso de las almas.

Parte Dos

Fuentes Centro Umbanda Festiva

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